Los moriscos eran descendientes de las personas que en el pasado de Al-Andalus profesaron la religión musulmana. Fueron expulsados en el año 1069 por el gobierno del duque de Lerma. El
cardenal Cisneros promovió su expulsión. Los moriscos no vinieron de ningún sitio sino que eran
descendientes de las personas que se habían convertido al Islam estos llegaron a ser una minoría
aunque en principio era la mayoría de la población en algunos casos se respetaba la religión
transformando a los habitantes originales en ciudadanos protegidos estos musulmanes en territorios
cristianos se llamaban mudéjares desde el comienzo de la reconquista, muchos musulmanes contrajeron matrimonio con las familias cristianas, los mudéjares siguieron conservando su religión
por tres razones la continuidad de sus señas, la conservación de estas señas y el interés por la monarquía. El cardenal que promovió su expulsión fue el Cardenal Cisneros. La conversión forzada
se produce por etapas un proceso claro de intransigencia, las diferentes etapas de la conversión forzada fueron primero los granadinos seguidos de los castellanos, después de las rebeliones populista y antinobiliaria. La ley les daba la opción de exiliarse pero la realidad lo impedía y finalmente las disposiciones adicionales provocaron la imposibilidad de exiliarse. Los musulmanes
pidieron continuamente tener los mismos derechos que los cristianos, pero hasta la expulsión se mantuvo la discriminación. Europa consideraba a España un país de moros y judíos. Los nobles consideraron a la expulsión de los judíos porque ya no eran tan rentables como antes